Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar

Kuélap se ha convertido en una de las nuevas joyas turísticas de Perú. Se encuentra en la zona noroeste del país, a sólo una hora y media de la capital del departamento del Amazonas, Chachapoyas.  Kuélap es una especie de Machu Picchu. Para llegar hay dos opciones; una buena caminata o un teleférico que quita el hipo. Si viajas con guía te quedarás alucinado de las explicaciones sobre por qué los indigenas construyeron una ciudad en un lugar tan remoto y difícil de acceder.

Chachapoyas (a 2334 metro de altitud) significa «hombres de la neblina», ya que la ciudad, o más bien, pueblo grande (23000 habitantes) se encuentra en el cerro Puma Urco, donde la niebla es un elemento muy frecuente. Es además una de las ciudades más antiguas de Perú.

Para los españoles no deja de ser un nombre, sino divertido, peculiar. Asi que si eres español, y te gusta el humor fácil, tienes unas cuantas fotos aseguradas con los carteles de la ciudad.

La ciudad en sí misma no es un gran atractivo. Cuando nosotros fuimos no paró de llover, y estaban trabajando en asfaltar la zona centro, con lo que cada calle era un barrizal. En los alrededores, en cambio, tienes un montón de visitas que merecen mucho la pena. Como te decía más arriba, Kuélap es la joya de la corona, pero también está la catarata de Gocta, los Sarógrafos de Karajía…

Lo bueno de esta parte del país es que se encuentra alejada de los itinerarios turísticos más masivos, con lo que todavía está muy virgen a nivel turístico: en el mundo tan globalizado en el que nos encontramos es una verdadero lujo. La parte mala es que las comunicaciones/combinaciones para llegar hasta Chachapoyas son bastante malas. Si viajas por tierra como nosotros, son unos cuantos los buses que hay pillar, y los mareos que tienes que soportar.

Breve historia

Fundadora de la cultura Chachapoyas, la capital del Amazonas fue primero conquistada por el imperio Inca en el siglo XV y en 1538 por los españoles. Éstos volverían a fundar la ciudad con el nombre de San Juan de la Frontera de los Chachapoyas.

Los herederos de la cultura Chachapoyas fueron separados en pequeños grupos y conducidos a diferentes pueblos. Uno de esos pueblos fue el de los Jalcas, y un descendiente de su monarca llevaba el apellido de Chachapoyas. Estos Chachapoyas huyeron de los españoles y se fueron al departamento de Cajamarca, donde viven en la actualidad.

Dónde está Chachapoyas

Chachapoyas es la capital de la provincia del Amazonas y se encuentra en el norte de Perú, aquí:

Imagen de Wikipedia.

¿Cómo llegar desde Loja (Ecuador) a Chachapoyas?

Para llegar desde Loja, has de salir de la terminal de autobuses con destino a Zumba (6 horas, 10 USD). Una vez en Zumba, debes coger una chiva, el tradicional autobús ecuatoriano, que no tiene puertas ni ventanas. El precio son 2,20 USD y el trayecto dura dos horas, con paisajes que te dejarán con la boca abierta.

La chiva os deja justo enfrente de la oficina de migración. Esta frontera es muy tranquila y poco concurrida, con lo que en pocos minutos ya habrás realizado la salida de Ecuador y la entrada en Perú. Cambia dólares a soles en la parte peruana. Hay una pequeña tienda de ultramarinos que, cuando fuimos nosotros, era la que mejor cambio daba. Una vez con tus soles en la mano, coge un taxi compartido hasta San Ignacio  (15 soles/pax, 1h30min), si sois varios igual puedes regatearlo a 10 soles por persona.

Desde San Ignacio, coge una mini-van a Jaén (10 soles, 2 horas). Una vez en Jaén, coge otra mini-van hasta Baguas Grande (5 soles, 1 hora) y de Baguas a Chachapoyas (10 soles, 2 horas). Parece una locura, pero unas mini-vans te dejan en la misma parada donde salen las siguientes, solo tienes que decírselo al chófer. Además tienen muchas frecuencia, y nosotros no tuvimos que esperar más de 20 minutos para salir en ningún caso. Hay autobúses grandes que hacen trayectos directos más largos, como Jaén – Chachapoyas, pero suele haber dos al día, son bastante más caros (30 soles).

Una avería nos dejó un rato tirados en la carretera, 2018. Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar.

Qué ver

Plaza Mayor de Chachapoyas

Es el centro neurálgico de la ciudad, y sigue el mismo estilo característico de las ciudades coloniales. Cuando nosotros estuvimos estaba en obras, con lo cual tuvimos que conformarnos con las imágenes de cómo finalizará el proyecto.

Alrededor de la plaza sí pueden verse casonas coloniales con balcones de madera, como la Casa de Toribio Rodriguez de Mendoza, unos de los precursores de la independencia peruana. En la misma plaza también está la Basílica Catedral de San Juan Bautista, el teatro municipal, y una pequeña sala de exposiciones (llamada Gilberto Tenorio Ruíz). Es pequeña pero realmente interesante y práctica, con muestras del periodo pre-inca e incluso algunas momias.

La Plaza de Armas en obras, y la catedral al fondo, 2018. Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar.

Pozo de la Yana Yacu

En el cerro Luya Urco, a diez minutos andando de la plaza mayor, se encuentra esta fuente rodeada de leyendas. Dicen que Santo Toribio, para calmar la sed que asolaba la ciudad, hizo brotar agua de este pozo. Además, leyendas más modernas dicen que si un mozo soltero bebe de ese agua, se quedará para siempre en Chachapoyas, atraído por la belleza de sus mujeres.

Pozo de Yana Yapu, 2018. Qué ver en Kuélap y Chachapoyas.

Mirador Luya Urco

Un poco más arriba del pozo, en el mismo cerro, se encuentra el Mirador de Luya Urco. Desde allí tenéis una vista espectacular de la ciudad y las montañas de alrededor rodeadas y, a veces, cubiertas de la niebla característica de la ciudad.

Mirador Luya Urco, 2018. Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar.

Mirador de la Mama Nate

Otro mirador desde donde ver el atardecer.

Qué hacer alrededor de Chachapoyas

Laguna de los Cóndores

En esta laguna se descubrieron más de 200 momias y alrededor de 2000 artículos pertenecientes a las culturas Inca y Chachapoya. Si vas, presta atención también a las pinturas rupestres que adornan los farallones en la orilla.

Llegar allí es una aventura. Tienes que llegar a Leymebamba (unas 3h 30min en van), y desde ahí recorrer 45km hasta la laguna. Se puede hacer a pie (unas 12 horas) o en mula (más o menos 8 horas), y necesitas contratar un guía obligatoriamente. Por lo que dicen, cada km merece la pena porque lo que hay allí es realmente impresionante.

Caverna de Quiocta

Es una cueva de 580m de profundidad donde se han encontrado cráneos y huesos humanos. Tiene curiosas formaciones de estalactitas y estalagmitas. Para entrar hay que pagar entrada y te dejan unas botas de agua. Puedes llegar hasta aquí cogiendo en la terminal una minivan que vaya hasta Luya (1h, 5 soles). Normalmente las agencias venden esta excursión junto con la de los Sarcófagos de Karajía, que es más interesante que esta. El precio de la excursión, incluyendo comida, entradas, transporte y guía es de 80 soles, que podréis regatear al menos a 75 soles.

Sarcófagos de Karajía

Son unos sarcófagos antropomorfos de hasta 2 metros de altura enclavados en lo alto de un acantilado. Por fuera están pintados en ocre y blanco, simulando máscaras. Dentro se conservan las momias con sus ajuares funerarios. Para acceder también hay que pagar entrada. Para llegar por vuestra cuenta, una vez que llegas a Luya (1 hora), coge un taxi compartido a Cruzpata (1 hora), aunque hay algunas mini-van que van directamente desde Chachapoyas si no tienes interés en ver Quiocta.

Complejo arqueológico Kuélap

Lo llaman el Machu Pichu del norte de Perú y, aunque fue descubierto antes, no ha sido tan famoso ni se ha potenciado tanto el turismo como con su hermano del sur. Es una ciudadela fortificada  rodeada por una muralla de 1900 metros de longitud, y se cree que fue un centro político, religioso y militar de los Chachapoyas (500-1450 dC).

Kuélap, 2018. Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar.

Se divide en dos niveles: Pueblo Bajo y Pueblo Alto. En el primero, hay construcciones decoradas con figuras romboidales y zigzags, y destaca el tintero, un edificio de carácter ceremonial. En el Pueblo Alto están la plataforma ceremonial y el torreón norte, que servía como puesto de vigilancia.

Kuélap, 2018. Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar.

Realmente vale la pena ir. El entorno donde construyeron esta fortaleza es increible, y llegas a través de un teleférico con unas vistas sobrecogedoras. En este caso nosotros contratamos una excursión que nos costó 80 soles por personas (regateamos a 75 soles), y luego ahorramos 10 soles más por presentar un carnet de estudiante a la entrada del monumento. Así que comentale a tu guía antes de entrar si eres estudiantes y te devolverán 10 soles. La excursión incluye el transporte, el guía, las entradas a Kuélap y al teleférico, y el almuerzo.

Si lo quieres hacer por tu cuenta, no es difícil tampoco. Te recomiendo en ese caso que leas algo o escuches algún podcast o video sobre Kuélap, para que cuando llegues no sea solo ver «piedras». Para llegar, desde la terminal salen combis casi a cada hora por 7 soles hasta casi la misma entrada de Kuélap, o hasta la entrada del teléferico (cuestan 7 soles). El teleférico, ida y vuelta son 20 soles, y la entrada a Kuélap son 20 soles, 10 si tienes carnet de estudiante con fecha de caducidad.

Como ves, en este caso yendo por tu cuenta tampoco ahorras demasiado, y vas más cómodo y con guía.

Kuélap, 2018. Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar.

Catarata de Gocta

Para llegar a La Chorrea, como también se conoce a esta catarata, hay que hacer un trekking de unas 2horas a través de la exuberante flora y fauna de la zona. Mide 771 metros y es la catarata más alta del Perú.

Cuándo ir a Chachapoyas

La mejor época para viajar a la región del Amazonas es de Junio a Septiembre, cuando las lluvias escasean. La peor época, es decir, la temporada de lluvias, corresponde a los meses de diciembre a marzo.

Centro de Chachapoyas, 2018. Chachapoyas y Kuélap: qué ver y cómo llegar.

Dónde dormir

Alrededor de la Plaza de Armas se acumulan la mayoría de hostales, hoteles y albergues. Enith, la gerente del La Posada de Tico nos invitó a alojarnos en su hostal mientras visitábamos la región de Amazonas. Es un hostal a un minuto de la plaza principal del pueblo, con habitaciones dobles y familiares con baño privado, ducha de agua caliente y televisión. Son habitaciones sencillas que van a dar a un patio encantador y muy acogedor. Tiene internet y recepción 24 horas.

Dónde comer en Chachapoyas

Si no viajas con el agua al cuello te recomendamos un restaurante en Chachapoyas: El Batán del Tayta. Era un San Valentin  y nos pegamos uno de los pocos caprichos del viaje. Por 40 EUR los dos cenamos con vino y un coctel, y comimos dos platos enormes de comida local. El restaurante es muy molón, la comida muy buena, y la cantidad muy abundante.

Si buscas lo más económico, lo mejor es irse al mercado y justo al lado hay un edificio dónde en el interior hay un montón de mujeres con comida casera recién hecha por 5 o 6 soles.

Cómo ir de Chachapoyas a Moyobamba

La opción más económica es coger una van directa desde la terminal de autobuses. Hay a varias horas desde las 4 de la mañana (a las 10h, las 12h, las 16h, etc.) y el precio es de entre 20 y 30 soles, depende de la compañía. El trayecto dura unas 6 horas.

¡Si te ha gustado el artículo, dale al like y síguenos en Facebook 🙂 !

Otros artículos que te pueden interesar

Autostop: el manual definitivo

Hacer autostop no es una ciencia. Pero unos buenos consejos te ayudarán a mejorar tu técnica y conseguir vehículos de manera más rápida y eficaz. Te explicamos cómo.

 

Dinero: dónde guardarlo durante el viaje

¿Llevas un montón de metálico encima y no sabes cómo hacer para sentirte más seguro viajando? No te preocupes, te damos unos consejos para que llevar «cash» no sea un inconveniente.

El arte de regatear en un bazar

Regatear no es difícil, aunque requiere cierta práctica. Con unos cuantos consejos conseguirás abaratar tus compras y que tu viaje se alargue en el tiempo,

 

 

 

¿Quiénes somos?

Somos Silvia y Jonás, una cántabra y un asturiano. Ambos nos dedicamos al transporte marítimo internacional y hemos hecho un break en nuestras carreras para cumplir uno de nuestros sueños de la infancia: dar la vuelta al mundo. Actualmente estamos en ruta, y puedes seguirnos a través del blog, otras RRSS y un localizador GPS desde el que vamos enviando balizas.